Bogotá no es amable, la ciudad día a día se vuelve más tóxica e irrespirable, miles de personas, procedentes de todos los rincones del país llegan cada segundo con sus sueños y anhelos, puestos en la urbe gris, montañosa y pesada. Su condición errante, nómada e inhóspita, nos plantea una interrogante constante e insistente frente a nuestra identidad, de donde venimos y hacia donde vamos, como nos vemos, representamos y proyectamos; una vuelta al origen y al equilibrio, que se torna cada vez más compleja, lejana y por los mismo urgente y necesaria.
En estos recorridos y llamados, las imágenes que producimos, consumimos y apropiamos nos hablan de un presente en el que, el estatus y lo inmediato ha reemplazado nuestro análisis, percepción y entendimiento frente a la cotidianidad y nuestro entorno. La conciencia frente a nosotros mismos y al otro, sus lugares y representaciones han sido impuestas, sin darnos la oportunidad de cuestionarlas y cuestionarnos frente a su construcción.
La labor de Oscar Domínguez “Guache”, sus imágenes, estrategias comunicativas y ánimo arriba nos saca de los estereotipos y lo mediático, del cliché y el prejuicio, dejándonos un dulce sabor en la boca; a maíz, a color, a tierra, a alegría que nos invade, recordándonos que cualquier sitio en la tierra es el centro y que todos somos responsables de irradiar equilibrio desde allí.
Santiago Rodríguez Ortiz
Coordinador de colecciones y curaduría
* fragmento de Juanito alimaña: compositor Catalino Curet Alonso